Comenzando por un destino ideal para los amantes de la naturaleza, nos transportamos al municipio de Chulilla, en la provincia de Valencia, concretamente en el Cañón del Turia, donde se encuentra la Ruta de los Puentes Colgantes. Una ruta increíble por los numerosos paisajes fluviales sobre impresionantes puentes colgantes, el primero situado a una altura de unos 15 metros sobre el río y con una longitud de 21 metros, que te hará descubrir la belleza del entorno del Cañón del Turia y su valor medioambiental. Además, para finalizar y aprovechando la escapada, os recomendamos visitar la población de Chulilla que tiene mucho encanto.
Seguro que si piensas en Alicante, lo primero que se te viene a la mente es una de sus playas de la Costa Blanca, pero en ocasiones, olvidamos que esta tierra tiene muchos más rincones que ofrecer a sus visitantes. Guadalest se encuentra en el interior de la provincia, concretamente en la comarca de la Marina Baixa, y se trata de un pueblo medieval donde encontrarás la más pura esencia del interior alicantino, casitas blancas con calles de piedra decoradas con maceteros. Lo más destacable de este encantador pueblo, es su impresionante castillo que descansa sobre un peñasco de 595 metros con vistas al extenso valle que, durante el ascenso de la cima podrás encontrar varios miradores donde ver el contraste del azul del pantano y el verde de la Sierra d’Aitana. 
Te adelantamos que un paseo por el interior del casco histórico de Culla, declarado Bien de Interés Cultural, te trasladará a la Edad Media llena de historia y tradición. Culla es un pequeño pueblo medieval ubicado en el Alto Maestrazgo, interior de la provincia de Castellón, cuyas casas lucen con su original fachada de piedra. Paseando por sus calles pasarás por alguno de los tres arcos que todavía se conservan de la antigua muralla. Sin duda es uno de los pueblos con más encanto del interior de la provincia, así fue elegido recientemente como uno de los pueblos más bonitos de España. 
Una de las sierras más vigentes del litoral valenciano, es la Serra d’Irta, situada entre acantilados, que une el mar y la montaña. Un espectacular paraje natural de 13 kilómetros de costa virgen a poca distancia de Peñíscola. Tanto si te van las calas por descubrir, como la vegetación y montaña, la Serra d’Irta es un destino que debes descubrir cuanto antes y admirar con los cinco sentidos. Como hemos mencionado, se trata de terrenos sin explotar, por lo que para acceder, deberás conducir entre pistas de piedras algo irregulares, así que antes de adentrarte en la aventura te recomendamos que revises nuestro post sobre cómo circular por pistas forestales. No hace falta irse demasiado lejos para descubrir paisajes increíbles y, por qué no, pasar un momento de desconexión entre tanto ruido. La mejor forma de desplazarte es con vehículo privado, así que solo necesitarás hacerte con un vehículo que se adapte a las necesidades de tu escapada, incluso si lo tuyo es la aventura con una Camper Van, que se puede aparcar en cualquier lugar donde el estacionamiento de un vehículo convencional esté permitido. Cómodo, ¿verdad?. 
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